Pasado el temporal me remito a constatar los efectos del mismo, como en todo torbellino no se sabe por donde empezar.
Hoy la coherencia es: traición, debilidad, ser basura, coraje, oportunismo, es más hasta se cuestiona que es ser coherente.
Si hoy quisiera escribir sobre COBOS, votando a favor de la 125, seguramente no utilizaría ni la mitad de los adjetivos que imaginaba antes de la votación. Fue tan grande ese “no”, sonó tan fuerte que dejo solo improperios y reacciones lógicas de aquellos heridos, obedientes, que vieron personificada la imposibilidad de “ser” o del no entendimiento que tanto requieren. Por otra parte empezaron a desandar el camino de insultos y agravios que propinaron cunado el mismo dirigente formó parte de la formula, y posterior ¿gobierno? talvez esa sea la única duda que me que, ¿el voto sería negativo?, si el Cobismo fuese parte de este gobierno y no parte de la cartelera que anuncia, integración, pluralismo y arco político progresista.
El eco repite, pero este no se transformo en si, la gente tomó el acto como más le gustaba, un final de telenovela, pero en el medio estaba el futuro, directa o indirectamente, de millones de compatriotas; él cual no deja de reflejarse día a día con la tranquilidad, de incluso, la visera más sensible.
No me gusta ser aguafiestas pero la oportunidad de que este, hoy héroe, se mantenga en el tiempo son menos que escasas, porque como decía un ídolo local: “con el mismo mármol te hacemos un monumento o una lapida” y creo que hay muchos afilando cinceles para la lapida. ¿Que otra ley debería desempatar para contentar al progresismo? de radio difusión, re-estatización de los recursos naturales, movilidad y des-burocratización de las jubilaciones, planificación estratégica nacional diseñada por el CONICET ¿cuál? ¿Y quien mantendrá los adjetivos calificativos de estos días?
Ahora bien, puede haber alguien que haga sima en el Aconcagua sin importarle el descenso o peor aún, la majestuosidad, del habitad.
Somos un país de sobrevivientes, los que quedamos, el detalle de lo que nos pasó lo tiene Pinti. Entonces en que cabeza cabe pedir “la rendición incondicional”, pensar que por ser un pueblo de paz no vamos a dar pelea; “mande” no existe en nuestro diccionario.
Aparecieron imágenes interesantes e insoslayables, los hombres recuperaron el centro de “la acción”, se reaccionó por algo que no se quería que pase y no por lo que nos hicieron (corralito). Pero como en ese momento no debemos dejar pasar el tiempo y materializar la luz de "La Nación Argentina" que se vislumbro, se hizo presente y tenemos que esforzarnos para que se quede de una vez y para siempre. Que no nos acordemos de los pobres solo cuando nos preguntamos ¿donde esta la plata?
Con la teorización de la realidad quedo tirada una bandera llama “justicia social” y la juntó el que menos pensábamos, ojo no se sensibilizaron, sacaron cuenta como siempre y proponen el desarrollo interno basado en el negocio externo, o sea tienen miedo de quedarse sin la plata por los desordenes extranjeros y ahora pretenden pasar por progresistas sociales condicionando, seguramente, su “beneficencia”.
Más allá de los detalles es la primera vez que nos unimos, después de las MALVINAS, que no sea por el fútbol y los vivimos igual.
Confío en que se cumplirá la frase como es “que se doble, pero que no se rompa”, aunque algunos tienen otra manera de construir una nación.
